domingo, 10 de julio de 2016

CÉSAR FERNÁNDEZ MORENO: AMBAGES

Cuando ya no se soporta más -lo que sea-, y ni siquiera el idiota sirve como falso consuelo, más de una vez las excrituras suelen recurrir a los Ambages de César Fernández Moreno.Cualquiera de sus "ocurrencias" o una simple aclaración a pie de página alcanzan para recuperar la vitalidad y el asombro: ese humor tan gratuito como inquietante les devuelve el verdadero valor a las palabras, su magia perdida o clausurada por tanta propaganda y banalidad:
         "¿De qué sirve un cenicero bajo un ciclón?"
La verdad es que las excrituras no pueden evitar una cariñosa envidia y sonríen como el idiota al leer y releer; saben que es una obra maestra cuyo secreto -el mejor- es olvidarse de esa tonta idea de la obra maestra. Fernández Moreno solo expone una certeza o una guiñada trascendental; esa autenticidad plena del instante real, como decir:
          "Deténganme o no me responsabilizo de este libro."
La obra es una colección exquisita de Haikus porteños, una lengua bien de acá y un poco más profunda, por eso le resulta tan fácil ser eso que se llama universal. Aunque suene exagerado, simplemente es un mundo mejor dentro de este mundo. Quizás, lo más sorprendente en la continuidad de sorpresas, es percibir en cada frase la salvación que nos proponía Spinoza: las pasiones alegres. Así que cuando no se soporta más, ni se duda: Ambages. Si hasta mismísimo idiota lo sabe:
            "La libertad empieza por los pies descalzos"
   

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