APUNTES MALOS PERO BREVES SOBRE "EL MAL"

Según Jacques Lacan, la obra del Marqués de Sade inaugura el tema de "la felicidad del mal" que irrumpe -y con mucha claridad en la literatura- durante el siglo XIX. Como ejemplo, alcanzan y sobran los poemas y los cohetes teóricos del maldito Baudelaire. Sin dudas, no es una casualidad que el fenómeno coincida con la expansión planetaria de la civilización occidental y su bendito capitalismo.
En el siglo XX, la temática alrededor del mal pasa de las especulaciones y las letras a desnudarse para mostrar la dinámica misma del progreso de occidente en sus propias narices: las guerras mundiales y los totalitarismos son su manifestación y su triunfo. Quizás sea Pier Paolo Pasolini, al retomar a Sade en su película Saló para mostrar los núcleos del fascismo, quien cierra el itinerario del mal en la modernidad.
Cabe preguntarse, entonces, si la originalidad de este nuevo siglo -más violento que el anterior- no consiste en el viejo truco de hacer desaparecer el mal en el bien. (Al respecto puede verse Globalización y crimen organizado de Eugenio Zaffaroni o Violencias de Estado de Pilar Calveiro, entre otros.) ¿O no es éste el fundamento central del terrorismo "norteamericano" y "musulmán" que siendo lo mismo juegan a ser enemigos absolutos?