domingo, 20 de noviembre de 2016

TERAPIA DE LAS EXCRITURAS


No hay sorpresa,
las mismas muecas heridas en la taza de té

Alrededor y adentro
la ausencia desesperada por alguna palabra.

El absurdo soñar
que inventa la confusión de una mariposa.

O la inutilidad de la brisa
entre las ramas más altas, el cielo y el laurel.

Así toda esta tarde,
ya un cuchara seca junto al borde del platito.

Pero no hay garabatos:
apenas un gesto, beber despacio, y sin pensar.

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