TERAPIA DE LAS EXCRITURAS
No hay sorpresa,
las mismas muecas heridas en la taza de té
Alrededor y adentro
la ausencia desesperada por alguna palabra.
El absurdo soñar
que inventa la confusión de una mariposa.
O la inutilidad de la brisa
entre las ramas más altas, el cielo y el laurel.
Así toda esta tarde,
ya un cuchara seca junto al borde del platito.
Pero no hay garabatos:
apenas un gesto, beber despacio, y sin pensar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario