GELMAN
Mientras él inventa el dulce de las palabras
que laten rotas en su corazón,
el mundo se queda quieto, olvida
por un rato tanto frío y fieras y furias;
yo también, y a veces hasta puedo resucitar
o creer en alguna calle perdida,
entonces camino entre sus huellas,
tiemblo, me vienen esas ganas de solo agradecer.
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