EXCRITURA DE JOSÉ DONOSO
En un burdel, perdido en otro Chile,
otra vez aparece el ambiguo Tiresias.
Aunque tiene otro nombre y puede ver,
así que todos lo llaman La Manuela.
Los clientes le dicen bromas brutales,
necesitan insultos para ocultar su temor.
Solo los desesperados quieren la verdad,
pero ella o él...baila y agita sus collares.
Tan real como irreal, con cada gesto
confunde y perturba a las certezas,
y en su piel aspiran la incertidumbre
que los lleva al infierno y al paraíso.
Claro que nadie está seguro de nada;
salvo que Tiresias y La manuela viven
en el más allá o más acá de los sexos:
ese lugar sin límites y único: el cuerpo.
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