miércoles, 4 de noviembre de 2020

PABELLÓN 127


LA BIENVENIDA


Ya vencido y vacío el bolso,

las remeras,

un camperón deportivo,

mi buzo azul,

los pantalones,

la jogineta,

los calzoncillos,

las medias,

las toallas,

el champú,

unas bermudas,

el talco,

las zapatillas.

Todo ahí, rubricado

-con una fibra verde-

con mi nombre

y el número 127

en la mesa aséptica.

Desde ahora

apenas un cuerpo,

nada es fundamental:

un yo en la ropa

que no soy yo,

un otro, otro cualquiera


 

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