VERDAD DE LA LENGUA
Hoy, inevitablemente, me tocó a mí.
Bruce se acercó, tímido,
me miró unos segundos
y formuló su única pregunta:
¿sabés hablar inglés?
Como ya conocía el caso,
le respondí con seriedad: yes.
Durante más de media hora
Bruce no paró de hablar,
no sé en qué idioma.
Al despedirme me dio su mano,
y todos miraban y sonreían;
pero yo quedé atrapado,
sus sonidos no me abandonan,
jamás había escuchado una lengua de verdad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario