jueves, 5 de noviembre de 2020

 LOCURA CUNEIFORME


El Sumerio suele mantenerse alejado de los demás internos, quizás les teme...o rechaza. Aunque me cuesta creer que de esa manera protege su propia dimensión y el origen ancestral de su sabiduría. ¡Qué saben los psiquiatras! Cuando, después de varios fracasos, logré acercarme a él, simplemente nos miramos. Así fue. me presente y le pregunté su nombre. Él no respondió -solo habla lo indispensable- y con una ramita trazó algunas líneas en la tierra. A pesar de la sorpresa, asentí sin pensar con un movimiento de cabeza y para continuar el diálogo me acerqué a examinar su obra. Creo que al mismo tiempo recordé mis años en la escuela secundaria , la famosa escritura cuneiforme y sin darme cuenta cuenta murmuré su apodo. Y él asintió. Lo curioso es que su origen, me revelaron después, es González Catán. Pero desde ese momento -no me explico el por qué-, si me cansa la lectura de algún libro vuelvo a buscar su silenciosa compañía. Y siempre con una ramita responde mis preguntas. Lástima que aun no logro descifrar ninguna de sus respuestas. Pero estoy seguro que mi ignorancia solo es una interpretación de sus verdades que por imposibles solo aparecen un instante en la tierra.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario