miércoles, 12 de octubre de 2016

ESCRITURA DE J. O. GIANUZZI

Cada nuevo día vuelve a pedir perdón,
aguanta, empuja, lo empujan, calla y grita.
Claro que también lo aman y lo odian.
Además tiene un nombre y una mascota.
Nada extraño, una vida como cualquiera.
Pero el sentido ya perdió su oportunidad;
y todo es confusión... ningún consuelo.
Así que no necesita colaboración:
sin dudas, él es el único autor de su miseria.

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