CERTEZA FINAL DE LAS EXCRITURAS
Sin ninguna duda, lo sabe,
hace rato camina para borrar sus huellas.
Además, ayer se trepó a un árbol
y sin querer se resbaló del último cielo.
A veces grita su nombre a las alcantarillas,
pero no responde ni el silencio.
Ahora mira a sus zapatos
y siente a los cordones ahorcar la realidad.
Ya no soporta los pájaros,
aprieta sus oídos para evitar sus cantos.
Lejos, al fin aparece un puente;
agradecido sonríe, del otro lado no hay nada.
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