domingo, 30 de octubre de 2016

EPIFANÍA MUDA

Nadie por las calles del barrio,
así, siempre, las mañanas del domingo.

Solo algunos restos de la noche:
botellas rotas y basura en las veredas.

En su cabeza ya late una metáfora;
pero mejor ignorarla... apenas el mirar.

Así, sin alegría ni tristeza,
solo caminar, sin rumbo, ya llega el sol.

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