EXCRITURA DE FRANCISCO URONDO
Una gallina torpe, débil, poco interesante;
mi memora ha muerto, ni se queja:
ya no puede con sus malos sentimientos.
Pasé desapercibido, con falsa humildad,
algunos -pocos- me recuerdan con cariño
y yo tropiezo cada día herido de pura nada.
Me dan bastante asco los libros bien escritos,
el frágil consuelo del alcohol y la carne.
Ni la suerte ni el tonto destino me importan.
Si me lo permite mi poca cobardía,
preferiría no seguir más, basta;
la vida no me conoce: solo cansancio y dolor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario