lunes, 15 de agosto de 2016

EXCRITURA DE SZYMBORSKA

El curso de la realidad sigue,
no hay vuelta que darle...
Sucede en Palestina, México,
en los barcos hundidos de refugiados

Hay tanto de todo
que lo que hay de nada,
queda al fin cubierto.

Siempre han pasado estas cosas:
cuando bombardearon a la Plaza,
después de juntar los cadáveres,
el lugar se mantuvo mudo en su sitio.

En las vereditas verdes,
al amanecer el invierno,
transparente, la escarcha brilla.

Ninguna conclusión ni moraleja:
Las sangres secan rápido,
y siempre algún río tan azul,
algunas nubes blancas en el cielo.

El viento empuja a un sombrero
en la parada del colectivo.
Y es inevitable: la imagen da risa.

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