jueves, 25 de agosto de 2016

IDIOTA ON THE HILL

En el libre espacio de la hierba,
ya sin huesos ni órganos ni cuerpo, feliz,
sin saberlo el idiota se completa en una canción.
Pero ni la escucha, ¿para qué?

Muchos, alrededor, piensan lo correcto:
está loco; girando, girando y girando
las voces lo remontan a una bella colina
y el idiota flota, inmenso, hasta ponerse el sol.

No es en otro mundo, siempre es acá:
apenas una simple y dulce melodía
o esa eternidad que nadie conoce... ¿o si?;
las excrituras saben que ese aire son The Beatles.

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