sábado, 11 de junio de 2016

MILAGROS DEL DESPOJO


Ya son varios los días que ni siquiera se baña, quizás un par de semanas.
De a poco, con más nitidez cuando se va a la cama, empieza a conocer los olores de su cuerpo.
En tanto los días pasan, y no pasa nada.
Por el momento eso no cambia su particular situación; aunque a veces sospecha, antes de cerrar los ojos contra la almohada, que casi se acerca al estar vivo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario