MILAGROS DEL DESPOJO
Ya son varios los días que ni siquiera se baña, quizás un par de semanas.
De a poco, con más nitidez cuando se va a la cama, empieza a conocer los olores de su cuerpo.
En tanto los días pasan, y no pasa nada.
Por el momento eso no cambia su particular situación; aunque a veces sospecha, antes de cerrar los ojos contra la almohada, que casi se acerca al estar vivo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario