viernes, 24 de junio de 2016

EXCRITURA DE EMILY DICKINSON


Ese dolor celeste en algunas tardes invernales,
¿es realmente una aflicción que viene de lo Alto?

El paisaje escucha y la sombra no palpita,
pero algo ha cambiado en nuestro entendimiento.

El sesgo de la luz pesa como una música:
quizás sea la frágil distancia de la mirada de la muerte.

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