martes, 21 de junio de 2016

EXCRITURA DE CARLOS DRUMOND DE ANDRADE


Llega un tiempo en que no se dice más: Dios mío.
Tiempo en que no se dice más: amor mío.
Y los ojos no lloran.
Solo el cuerpo para el trabajo y el corazón seco.

Quedaste muy solo, sin luz, ya no sabes sufrir.
Algunos-los delicados-eligen morir.
Pero llegó un tiempo en que morir es inútil:
la vida es una orden, sin mistificación, la vida sola.

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