miércoles, 15 de junio de 2016

ESPEJO DE LA EXCRITURA

El idiota me mira.
No entiende que yo tampoco entiendo nada.
Mudos los dos,
temblamos en el silencio.

Sus ojos tan oscuros...
¿No sé qué es lo que quiere ver?
Yo quisiera reírme de sus mocos y sus babas
y solo siento la piedad de un llanto.

El espejo es falso,
aunque el miedito aparece en cada mueca.
Imposible evitar el dolor
o el refugio inútil de las palabras

Claro que todo es irreal,
apenas otra variante absurda de las excrituras.
Pero todavía me mira,
el idiota siempre me mira a mí.

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