OBJETO FALSO
Todos los días, a cada instante, la chica de la estación de servicio sonríe obligada a los clientes.
Ella debe usar esas calzas, tan ajustadas, casi transparentes, para que todos puedan mirarle el culo. Anda, siempre apurada, de un lado a otro, sola, en invierno y en verano. Yo también la veo todos los días y a veces siento ganas de encender un fósforo, dejarlo caer y que estalle la hipocresía de las propinas.
Quizás mañana junte un poco de coraje y me anime...Pero, ay, esa sonrisa falsa es tan irresistible.
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