martes, 19 de septiembre de 2017

EXCRITURA ESQUIMAL

Un bien día inventó la teoría del esquimal:
él solo quería vivir, y para siempre, en la lejanía del frío.

Todo debía ser blanco, ningún sol;
sus fuerzas contra el ser de las ilusiones.

Miles de jornadas, concentración y encierro;
a veces sentía que el olvido se derretía, las paredes.

Cuando creyó que podía, no pudo;
apenas se le congelaron el andar y las palabras.

Y aunque la nada crecía en los latidos;
ahí, la ventana y la misma indiferencia del limonero.

Ante el fracaso descubrió otro deseo, último:
ya no se mueve y mira, sin ver, el consuelo de la heladera. 


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