martes, 19 de septiembre de 2017

EXCRITURA DE KING CRIMSON

Las horas pasaban sin pasar, en otra dimensión;
esos estallidos, contrapuntos, dulzores
que venían, maravillados, del sordo tocadiscos.

Siempre a todo volumen, y las distorsiones,
su invitación a una caricia bestial,
¡ay, si hasta creía que podía ser libre!

Claro que era apenas un poco de música,
pero además, ese no sé...
en el adentro me crecía un espacio sin límites.

Así conocí las constelaciones de mi universo,
cumbres altísimas y mares de luz.
Y a veces aun recuerdo, vuelvo a tener quince años.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario