EXCRITURA DE MORIS
Los hombres que caminan, tan apurados,
aun no lo saben: ellos son vida.
Ya nadie mira a los árboles
ni bebe la lluvia.
Mudas todas las vidrieras
con siluetas falsas.
Toneladas de tantos ruidos
y los policías armados.
Ciegos entre los edificios,
¿más allá de la ciudad existe el horizonte?
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