sábado, 9 de septiembre de 2017

EXCRITURA DE MALLARMÉ

Cuando ya no me siento
ni siquiera lejano de mí, fumo.

Al imaginar una caricia
en la ausencia, siempre, del otro.

Cada noche en las noches
para velar, solo, a la poca nada.

Al esconderme del símbolo
que, indescifrable, olvida mi ser.

Y si en la rama tiembla
la ilusión, eterna, de un gorrión.

A favor de las formas vacías,
algún días espero escribir el humo.

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