viernes, 22 de septiembre de 2017

EXCRITURA DE PETER HANDKE

Cuando el niño dejó de ser niño
un ángel desesperado cayó en las calles de Berlín.

En su andar crecieron las angustias,
súplicas por las tantas miserias.

Por las calles aturdían aullidos mudos,
y cada cuerpo, vivo, era un cadáver.

Todas las miradas borraban a la gracia,
apenas ventanas de ilusiones ciegas.

Los edificios grises aplastaron su corazón
que latía, el miedo, entre la basura.

Cuando el niño dejó de ser niño,
el deseo arrastró sus alas al infierno, esta realidad.

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