martes, 20 de diciembre de 2016

RECAÍDAS

Apenas despierto y tirado en el comedor,
y otra vez sucio y solo y más lejos.
La mesa con vasos, botellas,
ceniceros sin fondo,
papeles rotos, trapos,
un par de fotos ajenas, mudas...
Ayer escapó del tiempo,
saltó la memoria
y caminó, sin paraguas,
sobre la soga tan deshilachada.
Imposible saber si se cayó
o cruzó ¿hacia dónde?
Todavía tiene el mismo miedo,
esa mueca de la burla
que le inventa el rostro,
los ojos frente a la pared.
Ahora no sabe, aun
tambalea ante la luz
que enloquece a sus alas
y crece otra vez el zumbido,
su moscardón ahogado.
Perdido, la ventana ciega
lo sabe, sin conocer la respuesta;
no soporta la miseria del sol,
al menos para él tampoco existe el afuera..

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