viernes, 30 de diciembre de 2016

EXCRITURA DE ARTAUD

Ya no hay salida, en cualquier lugar,
en las vidrieras, los carteles publicitarios,
las casas de cambio, los hospitales,
las funerarias, los paneles del auto,
el nuevo horno a microondas,
ese cenicero o tu radiante bidet,
en todos lados la amenaza inhumana:
la mueca dulce del horror
en el engaño opresivo de la belleza.
Así que no queda otra, a la poesía
solo le queda refugiarse en la obscenidad.

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