lunes, 26 de diciembre de 2016

¿MANDATO?

Siempre un poco más allá y todo;
la tentación
frente al retorno de la maravilla.

Seguir por los huesos del camino,
o suplicar
la errancia inmóvil en el adentro.

Con la magia frágil de la espuma
que rechaza, así,
la tonta verdad del nombre propio.

Sin dudar, nunca, de las mariposas,
ese perfume
en el viento invisible de las voces.

Hasta olvidar el cielo y las nubes,
y soñar
con los pies hundidos en el barro.

Y justo ahí, donde espera otra luz,
hasta el fondo,
ante lo desconocido, lo más, lo vivo.

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