jueves, 29 de diciembre de 2016

NAVIDAD URBANA

Al reparo abandonado de una esquina,
entre sus mantas y cajas viejas,
el cuerpo despierta, y esa mano
ya escarba en una bolsa roñosa:
pan duro, muerde y mira el cielo.
Yo también; una luz y no sé
si es el sol entre los edificios.
Recién ahora, lento, se incorpora
y murmura un mal chiste: nada,
ningún regalo de Papá Noel.
Algo cansado, lejos del asombro,
solo sonríen sus dientes podridos.
Me alejo, todavía no entiendo la vida.

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