EXCRITURA DE CADÍCAMO
Lejana esta lluvia en el puerto
hasta mi fondeadero.
Acaso es nostalgia,
o la misma mesa del cafetín.
Ya se sabe que nadie se va,
muere un poco.
Otro cielo,
o un respirar afuera del aire.
Pero el sabor de esa palabra,
el adiós.
Apenas mirar,
inútil ante la ventana ciega.
Y el barco preso en la botella
bebe los fantasmas.
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