martes, 23 de enero de 2018

32

Solo me detengo a mirar las flores,
en la vereda, sin nombre,
un largo rato hasta olvidarlas;
y a veces...¿me miran?
Hace varios días dejé de comer,
mis labios partidos,
los pensamientos aun mas confusos.
A la tarde espero a la brisa,
en el fondo de casa,
de pie, casi desnudo;
quiero que me sacuda las ramas,
invisible en el aire,
que se lleve mis huesos la piedad.
Pero igual nada ha cambiado,
en realidad, busco ser polvo...
Siempre ante la puerta de la iglesia

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