lunes, 15 de enero de 2018

2

Ya sé que a las tardecitas casi no hay nadie,
apenas ocultas, unas sombras,
y ese silencio es un vacío tan raro,
como si estuviera lleno de paz.
Sin embargo, aun no siento la Fe;
solo permanezco con mis preguntas.
En verdad, creo que no pienso,
veo el decorado que habla, mudo.
Es cierto que olvido el tiempo,
pueden ser minutos o una hora.
Una sombra se levanta y se arrodilla,
nada cambia en el altar,
las velas mantiene sus llamas.
Perovoy a intentar, voy a aprender ese gesto.

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