LA CONDENA
De un día para otro, y cada día más
convertido en un peregrino
de una fe en la que ya no creo;
un valor que destruye todo valor,
que es apenas otra mercancía
Un figura que acepta su deber,
maravillosa adulación del mundo;
y lo único que manifiesta es la fuerza,
la fuerza de los condenados a la derrota
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