domingo, 12 de marzo de 2017

EXCRITURA DE ANTONIO DI BENEDETTO

En la última espera, y muy lejos
anda llevado por su cuerpo.
Su lugar solo es el delirio
y el tiempo sin ningún rostro.
A veces se inventa esperanzas,
oportunidades y traiciones;
después busca su sombra
para no olvidar su nombre.
No tienen mirada sus ojos,
en el alrededor: el vacío,
movimientos sin destino,
el mar y el horizonte son falsos.
Si camina es para perderse,
ser barro seco, aguas podridas.
Ni el cuerpo de una mujer,
apenas un fantasma de carne,
Y sus cartas desesperadas,
inútiles,burlas de las miserias
Únicamente entre el ramaje,
al fin abandonado a la tierra,
mientras ríe con su locura,
ese algo de vida olvida su vida: el viento.

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