viernes, 17 de marzo de 2017

ESXCRITURA AUTOBIOGRÁFICA XXI

Muchísimo frío, pero ¡por fin! cerca de tu casa;
en un hotel rasposo en la calle Konevova.
Vi lugares prohibidos que no estaban prohibido,
todas las ventanas oscuras al caer la tarde.
Anduve por la ciudad vieja, y di vueltas
y vueltas sin descubrir a tu Castillo;
menos aun, a una simple cucarachita.
Eso sí, cada habitante de Praga, sin dudas
solo podía ser el desconcertado señor K:
rotos, desesperados, aplastados por la historia.
De pronto, en una esquina, tu rostro;
¡ay, convirtieron tu madriguera en un museo!
Te venden a dos euros como un souvenir.
Perdoname, sentí asco, no pude cruzar la puerta.
¿Tanto dolor solo para entretener curiosos?
Por suerte, al volver lo entendí, ¡qué boludo!,
si vos siempre estuviste, escondido, en otro lugar.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario