EXCRITURA DE UN SEMIÓLOGO
Ante al mismo espejo,
solo
él ve otro signo más.
Dícífil de clasisficar,
inclusive,
para Carlitos Peirce.
Entre las líneas rotas,
esas sombras,
otra lengua y otra vida.
La muda respiración,
¿una teoría?
y el cristal empañado.
No le viene una idea,
una pizca,
ese consuelo frágil.
A fin de cuentas, ¿no?
siempre,
la imagen es tan obvia.
Aunque no se mueve,
y hay algo,
ahí, en el propio rostro.
Apenas un brillo, lejano,
pero no sabe,
¿a quién miran los ojos?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario