viernes, 13 de abril de 2018

EXCRITURA DEL PERO

Siempre aparece el maldito pero,
ante lo que sea;
una sonrisa encantada
o un llanto roto,
la grandeza del sol
o la melancolía lluviosa.
No se lo puede evitar,
casi una condena:
soberbio frente al sí,
temoroso al negar;
casi como si fuera ajeno...
Pero ahí está -¿lo ves?-, nunca falla.

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