lunes, 16 de abril de 2018

EXCRITURA DE LORCA

La antigua voz, ¿está aquí bebiendo a mi sangre?
Ya no pregunto ni deseo,
quemás mi lengua:
la luna es una castigo.
Alguien detuvo todos los trenes;
los barcos, sin orillas.
Solo veo perros rabiosos en el viento,
árboles de ramas heridas;
nadie puede saltar ni sonreír,
los escombros son relojes.
Derretido, el sol
con la agonía en los ojos.
Al menos quiero llorar un niño;
voz de hojalata, quiero mi libertad, mi amor humano.

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