lunes, 2 de abril de 2018

EXCRITURA DE MALVINAS

Él sabe que aun no volvió, nunca.
En la isla de La Matanza
vigila cada movimiento
siempre con la campera verde,
incluso al mendigar...
cuando el enemigo era la limosna.
Ya no tiene más el pelo corto,
ahora se quedó pelado.
Andar sin el casco, qué pena,
ni siquiera eso...
Pero tampoco importa
solo que es mucho el frío,
y aun escucha a esas agonías,
estruendo y silencio,
el olvido de tantos cadáveres.
Dicen que pasó, mentira,
él todavía guarda los borcegos
y cuando mira al cielo,
¿dónde están los aviones?
Igual no habla con los vivos;
total, nadie lo puede entender.
Nunca volvió, vive en Villa Insuperable.

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