domingo, 4 de septiembre de 2016

EXCRITURA DE LAS VENTANAS CERRADAS

Ya en la ventana del dormitorio
la mañana sucia de sol.
No puede quedarse
y confiar en esa luz inútil.
Apesta la primavera,
ese símbolo sin sentido.
Demasiado pesadas,
las sábanas aplastan su cuerpo.
Cada día, cualquiera, éste,
solo la misma rutina.
Ya se puso el pantalón,
una remera, las zapatillas.
Aun entre sueños,
el desino es el baño.
Solo observa el inodoro
el cepillo de dientes.
Ahora aprieta fuerte los ojos,
acaricia el cristal;
inútil, nada,
ni lejos, otro rostro.
Sin querer vuelve a la persiana,
si al menos pudiera ver esa mariposa,

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