EL PERRO DE LAS EXCRITURAS
Además de mis dos adorables mascotas,
tengo otro perro
y vive en las tripas de mi cuerpo.
No sé si se metió por uno de esos descuidos
o creció, de a poco, junto a mí.
Aunque no puedo verlo, pero está ahí,
bien adentro, alerta y hambriento,
los colmillos rojos y afilados.
Nada logra saciarlo, ni de día ni de noche.
Pero ahora, si muerde
ya no siento ningún dolor.
A veces, frente al espejo creo ver su hocico.
Pero algún día tendrá que salir;
cuando se encuentre desesperado,
sin nada para desgarrar.
Por suerte, mis mascotas sabrán qué hacer.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario