EXCRITURA ORACULAR
A veces se extrañan aquellas lejanas épocas,
con los temibles augurios de la Pitonisa.
Esa condena despiadada del único destino,
sin salvación posible y el vacío oscuro.
Ahora todo funciona con tanta precisión,
que sufrir es el peor de los pecados.
Y sin esa incertidumbre se pasan los días,
igualitos a los programas de la tele.
Por suerte, ya sincronizaron las emociones
para llorar un rato y no sentir nada.
Ni siquiera a la mismísima muerte,
apenas un trámite engorroso de la vida virtual.
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