domingo, 23 de abril de 2017

VERXIONES V

En el baúl de las excrituras se halló el manuscrito, definitivo y saturado de correcciones, de Bouvard y Pécuchet. Pocas son las alteraciones con respecto a la versión publicada -insignificantes detalles-, salvo, claro está su dramático y, quizás entonces absurdo, desenlace. En los últimos capítulos los personajes de Flaubert comienzan a interesarse por lo que pronto se convertiría en una nueva disciplina: la geopolítica. Cada uno en su pupitre registra los movimientos y los conflictos entre los distintos Estados. Su típico entusiasmo los impulsa a indagar en todo el mundo. Poco a poco comienzan, entre largas discusiones, a descubrir la expansión brutal de las potencias occidentales como la clave de sus estudios. Finalmente, abandonan su situación de meros copistas y deciden viajar al África para impulsar lo que más tarde, ya en el siglo XX, se denominaría un proceso de liberación nacional. En su exaltado proyecto, esa constituiría la primera etapa en la tarea para eliminar la opresión y consagrar la fraternidad, la libertad y la igualdad en todo el mundo. Antes de partir, dictan varias conferencias y realizan actos proselitistas sin éxito, aunque con insospechadas repercusiones en la región y rápidamente en Francia. Ante las actitudes extravagantes de los personajes, la prensa inicia una campaña sistemática -impulsada y controlada por las autoridades- en su contra: mentiras humillantes y difamaciones brutales. Bouvard y Pécuchet, lejos de amedrentarse, perseveran en sus ideales. El último capítulo narra su derrota: los singulares héroes de Flaubert son condenados y fusilados por cometer una alta traición a los valores occidentales. Mientras esperan su ejecución se les concede compartir la celda y se les otorga un pupitre, juntos logran escribir un extenso manifiesto dirigido a toda la humanidad que, por supuesto, nadie llegará a conocer, nunca... Las hojas prolijamente redactadas son el humo negro y triste del párrafo final.

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