lunes, 17 de abril de 2017

IV

El árabe en el desierto
se limpia la cola con arena,
las manos,
hasta la cara,
y después llegaba el momento de orar.

El negro Cacelora y yo,
jugábamos...
y nos limpiábamos con arena.
era normal, lo único,
y después seguíamos por la orilla el río.

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