jueves, 19 de mayo de 2016

ESPERANZA DE LAS EXCRITURAS


La razón de la última piedad
entre la basura.
Sin ninguna luz, la mirada
sin  horizonte.
Solo palabras del viento,
invisibles, fatales.
O el vértigo de las avenidas,
sus insectos.
Al menos, aun hay caminos,
los más peligrosos.
Allí se desgarran los gritos,
cadáveres vivos.
Pero peor es el silencio...
o un llanto mudo.
En las almas hay piedras,
residuos del odio.
Yo ya asesiné a mi poca fe,
todo está en orden.
Si ya nadie puede entender nada,
sería un buen principio.

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