sábado, 14 de mayo de 2016

EXCRITURA SIN FUNDAMENTOS


Todavía no entiendo ni siquiera un poquito así; a veces estoy en una pecera ciega o en la cima del Aconcagua; otras, me saca la lengua el espejo o me pierdo al escuchar mi nombre, doy vuelta a la manzana y me me olvido de mi casa,entonces viajo en bondi para llegar al sol.
.Claro que son meros recursos, juegos inofensivos que repiten una fórmula que nunca estallaigual a estas calesitas de palabras que girán y giran sin destino, ni siquiera una sortijapero igual subo al primer caballito, y cierro los ojos para no ver el viento.
Lo único claro es que están las sombras que susurran, invisibles, en la pantalla, acá, como si fueran fantasmas en miniatura, escurridizos, imprevistos; y por eso entiendo que no entiendo, ni tampoco- la verdad- me preocupa demasiado, salvo cuando no aparece nada: solo mi rostro. Por el momento creo que los dedos escriben al caer y se arrastran hasta encontrar el sentido  de alguna palabra.

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