EXCRITURA DE UNA EXCRITURA DEL REY DAVID
El vuelo de las almas,
apenas mira rodeado de sombras
Sediento mi animal,
tan solo, sin agua y sin tierra.
Te busco, mi Rey,
y no alcanza ningún consuelo.
Todo es dolor,
tristes furias de viejas sangres.
Perdimos la visión,
las manos unidas por la vida.
Ninguna justicia,
hasta el nacer es una condena.
¿Son humanos
los que festejan a la muerte?
¿Dónde está la dulzura?
Aun espero el sol del cielo: el pueblo.
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