domingo, 29 de octubre de 2017

MINEROS URBANOS

Al oír el sueño del oro,
vivir el otro del vino.

En esa canción empieza el día,
no entiende ni quiere entender.

No sabe ni el propio soy,
anda por andar, nomás.

En la espera del colectivo,
la ida y la vuelta lo mesmo.

Sorda la vieja zamba,
perdido el único canto.

Todas las calles sin fueguito,
solo arena en la construcción.

Y otra vez esa zamba,
como si fuera su sangre.

Apenitas los caminos, los dos,
y pronto olvida a los mineros.

Ya los ojos sin sueño,
y el vacío en la botella.

..

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