viernes, 20 de octubre de 2017

EXCRITURA DE PALERMO

Ni siquiera Kusch podría ver América.
Tanto auto nuevo,
veredas limpias,
cómodos zapatos italianos.
Nadie se saluda,
se acomodan los lentes.
Mucha cirugía,
culos y tetas soberbias.
Claro que es obvio,
y también algo criminal
Al menos hay algunos árboles,
tristes, muy tristes...
Hasta el sol es otro en Palermo, ajeno.

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