viernes, 27 de octubre de 2017

EXCRITURA DE ALTHUSSER III

Mi madre y yo habíamos salido a pasear,
calles, edificios, el río;
en casa nadie se reconocía,
mi padre no decía palabra.
En los últimos tiempos
casi era una extraña costumbre,
aún siento su mano
que apenas disimula el temblor.
Antes de volver, nerviosa,
ella eligió otro camino.
Y de pronto los vimos, ahí:
un hombre y una mujer,
los dos se pegaban con violencia.
Mi madre apuró nuestros pasos,
me pregunto sobre algo
para olvidar el incidente...
No pude entender hasta mucho,
mucho tiempo después ese espejo brutal.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario