miércoles, 30 de agosto de 2017

EXCRITURA DE MANUEL PUIG

Con tanto que hacer, recuerda pavadas,
solo cosas tristes;
la falta de ella, su hija:
sola frente a una nube negra;
ninguna noticia.
¿Dios castiga
sin palo y sin rebenque?
Así es esta vida,
ya no puede ni pensar.
Ni siquiera alguna película,
nada de ilusiones.
Tristístima la tarde;
hasta no ver más esa sonrisa.
Pero siempre está ella, claro, la memoria.

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